<html><head><style type="text/css"><!-- DIV {margin:0px;} --></style></head><body><div style="font-family:times new roman,new york,times,serif;font-size:12pt"><div><br></div><blockquote style="border-left: 2px solid rgb(16, 16, 255); margin-left: 5px; padding-left: 5px;"><div style="font-family: times new roman,new york,times,serif; font-size: 12pt;"><br><div style="font-family: times new roman,new york,times,serif; font-size: 12pt;"><font face="Tahoma" size="2"><b><span style="font-weight: bold;">De:</span></b> Quiliro Ordóñez <quiliro@gmail.com><br><b><span style="font-weight: bold;"></span></b></font>Es bueno que los proyectos de software libre se puedan financiar mediante la venta del software o de cualquier cosa que traiga fondos. Lo importante es que se logre y que las leyes y los acuerdos no lo impidan en la práctica porque sirve al bien de la sociedad. En el caso de la licencia mencionada no lo veo como un limitación insalvable.<br>
<br>En Ecuador es muy sencillo copiar un software privativo ilegalmente sin persecución por parte de las autoridades. Si bien es ilegal, en la práctica es permitido. Esto es malo pero no es tan malo como que fuese imposible hacerlo. Claro que no es lo mejor porque perjudica la difusión del software libre por la disminución de la necesidad práctica de este. Además no se tiene el acceso a los fuentes lo cual impide su modificación y distribución modificada. Si no hubiera los limites que son impuestos por la ausencia del código fuente y la criminalización de la copia, modificación y distribución con o sin modificaciones, no hubiera dilema. <br><br>
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</body></html>